4.978.300 + 1

Hace un año escribí este post en el que citaba datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en una Encuesta de Población Activa (EPA) realizada para el tercer trimestre del 2010 y contaba mi primera experiencia solicitando la prestación del desempleo; de aquí en adelante “paro” que es más fácil y como lo llama todo el mundo en España.

 

Un año después vengo para continuar citando datos pero de la encuestas realizadas para el tercer trimestre de 2011 con las que queda claramente en evidencia que la tasa de desempleo en España ha seguido subiendo y según los datos que cito alcanza el 21,52% con 4.978.300 de parados y parece que esto no baja sino que sigue subiendo.

 

 

Este año me ha vuelto a tocar unirme a los ya millones de desempleados y este año he vuelto a apersonarme en la oficina del INEM (Instituto Nacional de Empleo) más cercana a mi localidad un par de días después de que se me terminase el contrato -esta vez con los Ingleses- obviamente con la intención de solicitar nuevamente la prestación de desempleo que me corresponde por nuevo derecho (después de otro año de cotización en la Seguridad Social).

 

Detectives digitales

Con la nueva tendencia al microblogging y la limitación de caracteres que imponen algunas redes sociales o servicios de mensajería SMS, se hace imprescindible resumir nuestras palabras de forma tal y que podamos expresarnos siguiendo estas pautas de brevedad, pero sin que se pierda el contenido de los mensajes que queremos transmitir (o al menos esa es la idea).

 

Así pues, algunas personas aprenden a expresarse de una forma ingeniosa y creativa, mientras que otras se dedican a dividir los mensajes (cosa que es bastante molesta al menos en Twitter, si consideramos que entre cada parte del mensaje es altamente probable que hayan otros tweets de por medio) así como hay también quienes se dedican a utilizar su propio vocabulario y sistema de síntesis para escribir un mensaje que al final termina perdiendo el sentido y obligando al lector a parir para averiguar qué coño es lo que la persona ha abreviado o quiere decir.

No sé si alguien sabe exactamente a lo que me refiero, pero a mí me da urticaria cada vez que me consigo con uno de esos mensajes que rayan en el colmo del sinsentido (aunque ignorase su su contenido y mala ortografía) por la maldita forma en la que están escritos. A esta gente, me gustaría sugerirle que se pongan en el lugar de los lectores, porque las personas normales con un coeficiente intelectual average como el mío, no tenemos ningunas ganas de leer esa p*ta mierda.

 

“Tengo Internet, luego existo”

http://twitter.com/#!/Laperfecta/status/55978776332468224

Hace días me topé con esta ↑ línea y recordé que como tenía tanto tiempo sin escribir, no había podido anunciar que desde el 17 de Marzo de 2011 (hace exactamente un mes), por fin tengo teléfono fijo y conexión ADSL en casa. Había expresado mi frustración por este tema en este post y después de 3 meses de desconexión, también escribí sobre el tema en este otro post. Ahora me tomo un tiempo para expresar mi alegría porque por fin vuelvo a ser gente y a trabajar como gente normal.

Por supuesto que el día en que me pusieron el Internet, no podía creerlo y aunque estoy muy agradecida, tengo que decir que lamentablemente la felicidad se me va cada vez que recuerdo que seguimos pagando por un servicio que Demoran no nos está dando y que eso aún sigue pendiente de resolver. Además ya he recibido la primera factura de Malestar y los coños de madre ésos me están cobrando por una instalación interior de roseta y cableado que no hicieron, así que ya ven que sigo sin librarme de tanta incompetencia y he tenido que poner una reclamación para que me abonen ese dinero; lo malo es que mientras espero, me han descalabrado el presupuesto de este mes y es posible que el pago de la línea móvil de Pringafone rebote (sea devuelto) esta semana.

 

Ok mamá, tú ganas!

Mi madre tiene la virtud (o el defecto) de ser jodidamente previsiva: es de las que visita los lugares un día antes de la entrevista de trabajo para saber a dónde tiene que ir sin perderse, de las que  sale de casa con suficiente antelación para no llegar nunca tarde, de las que lleva siempre papel higiénico en el maletero del coche o en su bolso –por si acaso-, de las que si un proyecto le toma 2 días en hacer le dice a su jefe que son 4 para asegurarse de poder entregarlo a tiempo… mi madre es de ésas.

 

Sí, mi madre es de ésas personas que la gente confunde con negativa por ser extremadamente precavida y de ésas que cuenta con que si algo podría salir posiblemente mal: lo hará. Vamos, que mi madre es la versión femenina de Murphy hecha persona y de ella aprendí esta maldita costumbre de ser organizada, desconfiada, rigurosa, inflexible, crítica y juiciosa, de querer controlarlo todo y de querer siempre anticiparme para así prevenir cualquier posible mala situación. Pero ¿a dónde se va mi astucia cuando más la necesito?

 

Malestar, Demoran y Pringafone

Había estado evitando escribir sobre este tema por aquello de no compadecerme por mi situación cibernética pero hoy no pude seguir conteniendo la frustración que siento por este tema y he decidido desahogarme por este medio.

 

Aquí, aquí y aquí podrán comprobar que no es la primera vez que escribo sobre este tema aunque siempre tengo la esperanza de que sea la última; pues resulta que desde que me mudé (a mediados de diciembre de 2010) he estado a la espera de que me conecten el Internet en casa y ha sido toda una odisea.

 

El Náufrago tenía contratada una línea telefónica con Malestar en su antiguo domicilio y como las tarifas eran súper elevadas, decidió cambiarse a Demoran porque le ofrecían servicio ADSL por la mitad de precio y con 1000 minutos de llamadas incluidos. Así pues, cogió un contrato con ellos y tras la mudanza al nuevo piso, por motivos de precio y de compromiso de permanencia, solicitamos el traslado del servicio al nuevo domicilio.

 

 

¿Aquí o allá?

Cuando supe que mis días en la aerolínea estaban contados, comencé a echar CV’s en otras compañías del aeropuerto. Ya lo había intentado alguna vez sin éxito puesto que en la mayoría me pedían conocimientos de Amadeus. Sin embargo supe a través de un contacto de un compañero, que los líderes de bajo coste estaban buscando gente y me animé a llevarles mi CV al menos un par de veces.

 

Me habían dado el nombre del jefe de la base y me habían indicado que debía dirigir mi hoja de vida concretamente a su atención. Seguí las indicaciones esperando recibir noticias a finales de Noviembre de 2010, cuando por motivos del cambio de temporada debían coger más gente, pero no fue hasta 2 meses después; durante la última quincena de Enero de 2011, cuando me llamaron.

 

 

No existe la naturaleza humana

El otro día en un encuentro social discutía sobre la conducta versus la naturaleza humana y mientras mi interlocutor argumentaba que hay cosas que hacemos propiamente por nuestra condición de mortales, yo le insistía en que no existía la naturaleza sino la conducta humana aprendida.

Por supuesto que debatir sobre estas cosas es equivalente a iniciar una discusión sobre religión o política; cada uno tiene su verdad, cada cual está convencido de sus propias ideas (o sólo de aquellas que le han inculcado) y cada persona defiende su punto a capa y espada sin que se consiga penetrar esa barrera de tozudez y autosugestión.

Yo objetaba que nosotros no traemos desde el nacimiento el hambre por el poder, la vanidad, el egoísmo y tantas otras actitudes que simplemente responden al entorno en el que crecemos, a la educación que recibimos, a los valores que aprendemos y al condicionamiento que nos incrustan; pero mi interlocutor afirmaba que hay una parte de esos comportamientos que está en la carga genética y que por eso sí existía la naturaleza humana.

 

Fo!

A pesar de que el olfato se considera un sentido “menor” y es un hecho que sólo el 5% de las informaciones sensoriales que percibe el cerebro llegan a través del olfato y el gusto combinados, no es menos cierto que “el olfato es un aliado contra el peligro, además de un elemento importante para el disfrute de la vida.”

Así pues no hay nada tan bueno como el olor de un buen almuerzo cuando uno se prepara para comer, el perfume de los seres que más amamos, el olor de un buen café recién colado, el olor a salitre cuando se pasea junto al mar, el olor a bebé recién nacido, el aroma de las flores, el de un buen vino y todos aquellos olores que hacen que nuestra vida sea más placentera.

En contraste, no hay peor olor que el de una cloaca, el de basura acumulada, el de orine seco regado por todo el piso de un baño público, el de cosas ardiendo en el fuego, el de ropa sucia almacenada, el de pescado podrido o el de un bebé cuando se ha hecho caca. Pero hoy no voy a hablar sobre los malos olores en general sino sobre cómo no hay nada tan malo como despertarse a las 5 de la mañana al olor de fritanga de una hamburguesa grasienta quemada que impregna toda la casa al mejor estilo de restaurante de comida rápida.

 

Llénate de esperanzas y no de expectativas

He aprendido que una de las reglas de la vida es pedir perdón si hacemos daño y he comprendido que precisamente porque la vida consiste en un aprendizaje constante, se hace inevitable equivocarnos. Todos cometemos errores y esencialmente eso es lo que nos hace humanos; al menos equivocarse es un indicador de que se está haciendo algo; pero como hay pocas cosas definitivas en el mundo y menos verdades absolutas que lunas azules a lo largo de una vida, ¿quién es juez para determinar lo correcto y lo incorrecto y para distinguir acierto de error?

 

Cada cual tiene su verdad y esto complica el proceso de reconocer los errores y de hacer lo necesario para repararlos. Me tomó más de tres años hacerme responsable de palabras dichas, pensamientos deliberados y acciones ejecutadas todos resultantes en daños a terceros que nunca pretendí causar y que mucho menos maquiné. Casi todas las personas se apuntan a ser partícipes de cuantas situaciones sirven para señalar a quienes nos han agraviado, pero pocas veces nos detenemos a examinar las faltas que hemos cometido nosotros a pesar de ser conscientes de que la vida no es más que ensayo y error.

 

Maldito Teléfono!

…o tragedia de fin de semana Parte 5

Por si las tragedias de fin de semana anteriores Parte 2, Parte 3 y Parte 4 hubiesen sido pocas, resulta que terminé de rematar el pastel con la guinda del telefonito.

Hoy me quedé sin batería en el CrazeBerry cosa que no es habitual aunque pensé que no tendría mayor importancia puesto que, normalmente, no me llama ni Dios. Tenía una reunión así que tuve que irme sin el dichoso teléfono y como no podía ser de otro modo, el puto teléfono que nunca me suena decidió que hoy era un buen día para hacer migas con Murphy.