¿Es el ejercicio realmente adictivo?

Cualquier adolescente normal sabe que aunque su promedio en el instituto esté por el suelo, siempre hay una asignatura que va a salvarle el culo al final del curso: Educación Física.

El problema de no ser un adolescente average es que uno no cuenta con ese comodín, y en cambio tiene que esforzarse el tripe para ver cómo hace para que Educación Física no se convierta en la única materia, que al contrario del resto de la clase, haga que el promedio de uno baje.

¿Y quién coño raspa una materia como Educación Física? Sí señores, mamita aquí presente!! Todo el que me conoce bien, sabe que el ejercicio no es mi fuerte y que en el último año del colegio raspé Educación Física con 07. No 08, ni 09; sino 07. Afortunadamente la profesora que daba la materia se apiadó de mi alma y me pasó con un 10 como para que no se viera tan feo el 07 en la boleta, pero lo cierto es que raspé la única materia que sirve para que todos los demás alumnos aprueben.

Al principio yo me esforzaba por hacer deporte, me esforzaba por aprender a matear y a sacar con mancheta, por no quitarme cuando me voleaban la pelota y por hacer el puente y el maldito chassé en punta. Al principio me esforzaba por hacer girar un aro alrededor de mi cintura sin que se cayera, por hacer piruetas con la cinta de gimnasia sin terminar enredada en ella, por driblar sin que el balón se me cayera al primer intento, por lanzar al aro y hacer que la pelota al menos tocara la red y por hacer una maldita serie de abdominales sólo para darme cuenta de que no podía despegar la cabeza del suelo.

 

Random stuff

Hace mucho que no paso por aquí principalmente porque entre los 2 curros, las clases y el hogar, casi no tengo tiempo para sentarme a escribir como antes; pero a parte de eso tengo otro problema y es que desde hace muchos meses no tengo inspiración para escribir, a pesar de que hay tantas cosas que quisiera dejar por aquí ya pesar de que en muchos momentos he tenido muchas ganas de escribir. Me siento frente al computador pero todas las ideas que tengo revoloteando en la cabeza, simplemente no fluyen.

Supongo que cuando hay inspiración suficiente, uno saca el tiempo de donde no lo hay, pero en mi caso se han juntado varias circunstancias y para no aburrirlos más con eso sólo dejo esta constancia de que hoy espero encontrar la inspiración y el tiempo para volver a este espacio con más frecuencia porque es una terapia verdaderamente saludable y que echo muchísimo de menos.

Estoy pensando en hacer un cambio de plantilla, incluso considerando en comprar un dominio. La plantilla actual me gusta excepto por el hecho de que en los posts no aparece el año, por lo que a veces si estás leyendo un post antiguo es confuso saber si fue escrito el 21 de Abril de este año o del año 2007, por lo que estoy pensando en volver a cambiar a otro layout que me guste (cosa difícil y más porque WordPress no tiene tantas opciones como Blogger en ese aspecto) y que además tenga la fecha completa en un lugar bien visible para que desde le principio el lector, que muchas veces soy yo misma releyendo cosas que he escrito en el pasado, pueda hacerse una idea de cuándo sucedió.

En fin. Que ya estoy de nuevo por aquí.

 

Love secrets…

Me quedé desencajada cuando tras escuchar la historia sobre la ronda de agradecimiento y peticiones del tabaco durante su retiro, se me ocurrió preguntarle qué había manifestado él.

Se negó rotundamente a responder mi pregunta diciendo que era lago personal y aunque insistí objetando que cómo es que se atrevía a decirlo frente a otras personas y no frente a mí, me dijo que era una cuestión del momento.

No supe cómo tomármelo pero es justo el tipo de situaciones que me sientan como una patada en el trasero. Estábamos de camino a pedir comida china para pasar juntos una tarde de domingo así que intenté no montar la trompita ni poner mi habitual cara de culo sino respetar y pasar del tema para no cagar el día.

El resto del encuentro fue pacífico y placentero aunque en el fondo su respuesta me había dejado desencajada. Después de consultarlo con la almohada me sentí tentada a enviarle un e-mail para decirle que no me había quedado satisfecha con su respuesta, pero luego una luz divina llegó a mi cerebro y una voz me dijo que si no me lo había dicho sería por alguna buena razón y que tal vez lo mejor que podía hacer era confiar en él.

Un día más tarde surgió el tema en una conversación que tuve  con La Artista. Dado que ella también acudió al encuentro le comenté lo que me había pasado y ella no se cortó en soltarme que sí era cosa del momento pero que simplemente él había manifestado su agradecimiento por su pareja actual (yo).

Me quedé perpleja aunque no tenía ningún sentimiento por el qué arrepentirme; después de todo había optado por confiar y honestamente no pretendía y tampoco esperaba que La Artista me dijese nada. Cuando le mencioné lo ocurrido más bien lo hice a modo de deshago y sin embargo ella aclaró mi duda sin yo siquiera quererlo.

Me dio mucha ternura saberlo aunque a veces me gustaría que esas cosas bonitas que siente me las expresase a mí. Después de todo, los seres humanos necesitamos algún tipo de reconocimiento y aunque me dejo la piel para darle lo mejor de mí día a día; nunca está de más y nunca cae mal saber que se agradece y que se aprecia.

 

Con sus propias palabras…

No estoy muerta y tampoco de parranda; pero hoy encontré un post que puede definir perfectamente por qué me he ausentado de este espacio durante tantos días; sólo tienen que pinchar aquí.

 

Interpretando caracteres

Hay pocas cosas en la vida que me cuestan más que entregarme a la acción de leer a pesar de que es bien sabido que la lectura podría ser sinónimo de cultura y que dentro de cierto contexto, incluso podría ser directamente proporcional al nivel de escritura.

Para mí tiene sentido que cuanto más se lee más rico es el vocabulario, más claros están los conceptos y más facilidad se tiene para manifestar nuestra propia palabra escrita; pero esto no es una regla y ciertamente hay muchos hombres inteligentes que han alcanzado importantes logros aún cuando nunca tuvieron capacidad de lectura, lo cual sin embargo no quita la importancia que tiene la misma.

Si lo analizamos detalladamente la lectura es básica para comprender un simple manual de instrucciones o para conseguir un buen empleo que requiere nuestra capacidad para interpretar datos y reportes. La lectura nos permite desarrollar nuestra habilidad mental, dar rienda suelta a la imaginación, trabajar en la concentración, aprender y descubrir cosas que antes ignorábamos, mejorar nuestra ortografía y contemplar nuevas ideas.

 

Prueba de Fuego

He tenido que superar muchas pruebas de fuego en mi vida aunque algunas más difíciles que otras; técnicamente no estaba preparada para la de esta mañana y aunque en parte salí airosa; por otra parte he hecho el tonto; me pillaron desprevenida o fuera de base, como diríamos en criollo.

Como comenté en este post, me citaron para una entrevista de trabajo en un hospital. Llegué a la recepción 15 minutos antes de la hora pautada y pregunté por el contacto que me habían facilitado. La recepcionista me mandó a sentar; así que me fui al sofá que estaba junto a la puerta principal y me senté. Un par de minutos más tardes tres culos más se sentaron a mi lado.

 

María Cristina me quiere gobernar

Tengo una necesidad casi incontrolable de querer siempre controlarlo todo; tengo la necesidad constante de querer dominar las cosas que dependen de mí y de hacer que aquellas que no dependen de mí lo hagan; supongo que en parte algo tendrá que ver con mi información genética y en otra con la crianza que me dieron.

Lo cierto es que detesto la incertidumbre, deteste la ansiedad que me genera el sentir que no tengo control sobre una situación o lo que es peor; sobre nada. Es como si todo la vida hubiese crecido creyendo que mi futuro y mi destino estaba en mis manos; para luego darme cuenta de que en realidad hay millones de cosas y variables que no dependen d emí y que además no me permiten hacer las cosas que quisiera ni hacerlas como quisiera; al menos no todas.

 

Sóbate Que Eso Se Hincha!

Hinchado se me quedó el culo por la caída que tuve tras retomar el patinaje en línea después de lo menos 13 años sin cogerlos. Es uno de los pocos deportes que tolero y me gustan aunque hay quienes, como al golf, no lo consideran realmente un deporte.

Me regalaron unos patines en mi último cumpleaños y tenía más de una década sin saber lo que era montarme sobre ellos; me dispuse a estrenar mis patines esta semana así que me alisté en mi atuendo tipo las chicas que se veían patinando por las playas de California en “Baywatch” y me dispuse a aventurarme por un paseo cerca de la costa.

 

Sin Champú

Así fue la ducha que me di uno de los días de la semana pasada cuando las preocupaciones y el estrés de mi cabeza se manifestaban en forma de despiste mientras me metí a la ducha y salí sin haberme duchado realmente.

¿Cómo puede uno meterse a duchar y acabar no duchándose?

No fue hasta mucho después que caí, cuando ya el cabello comenzaba a secarse, que aún estaba pegado, como sucio; y tras pensar y elucubrar sobre el por qué, entonces supe que era porque mi ducha fue sin champú, aunque con jabón y acondicionador.

Estos días no sé dónde tengo la cabeza!