Cambios…

Hoy despido el mes con una gran frase que espero tener presente durante tooodo el verano.

Hoy cierro una etapa en mi vida laboral y comienzo otra que requerirá muchísimo más de mí.

Hoy es un día marcado por el protagonismo de la única constante en la vida: los cambios…

“Una persona es grande cuando extiende su mano, cierra su boca y abre su corazón; cuando su sensibilidad es tan grande como su tamaño. Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto a ti…. Cando trata de entenderte aunque no piense igual que tú.”

Con esto os digo adiós por una temporada; esperando pasar por aquí cada vez que tenga un ratito libre.

 

We used to have a life…

En teoría, la proliferación de la tecnología -y concretamente de las redes sociales- sirve para conectar a la gente, aunque yo creo que éstas cumplen con su cometido sólo hasta cierto punto porque hasta otro, es un hecho que estas redes también sirven para aislar a los individuos y además consumen una gran parte de nuestro tiempo.

En días recientes me he sentido abrumada por la cantidad de cosas que tengo que hacer en mi rutina normal y si a eso le agregamos la habitual práctica de revisar las redes sociales religiosa y diariamente, nos encontramos con un resultado concluyente: me sobrepasa el ritmo frenético con el que la gente se comunica vía sitios web como el Caralibro y Twitter.

Aunque estamos cada vez más sumergidos en la era de la tecnología, a mí a veces me parece hasta patológica la forma en que la gente se ha hecho adicta a ciertas aplicaciones informáticas y dispositivos electrónicos desprovistos de los cuales, sus vidas hoy en día estarían vacías y ya no tendrían (el mismo) sentido.

 

(des)Igualdad para todos

Es un hecho que en Febrero de 2010 la tasa de desempleo en España subió un 1,6%, que actualmente este país ha batido el record de paro desde 1996 y que como resultado no podemos hablar de una mejora económica hasta que no se comience a generar empleo, independientemente de que por los problemas recientes en Túnez, Libia, Egipto (y similares) el turismo –particularmente en Canarias- se vea beneficiado.

No podemos perder de vista que la situación en los países anteriormente mencionados eventualmente (y seguramente antes de lo esperado) nos afectará desfavorablemente al menos en cuanto a los precios del crudo (y por tanto del combustible) se refiere. Puede que tengamos más turismo, pero el desempleo sigue creciendo y lo que hoy ganamos con turismo, lo pagaremos mañana en carburantes.

A todo esto hay que añadir que el gobernador de Canarias, Don Paulino Rivero, ha hecho unas declaraciones en días recientes en las que invita a los empresarios, como solución al problema del paro en el archipiélago, a darle prioridad a los trabajadores canarios en vez de contratar a extranjeros con el lema: “Canarias para los canarios“.

 

Mi tacita de plata

Como siempre he sido juiciosa, es natural entender que con esto de la emancipación cuantos me rodean se piensen (lógicamente) que soy una perfecta ama de casa. Yo misma siempre pensé que lo sería, especialmente porque viviendo con mis papás nunca me gustó que a veces en casa las cosas estuviesen desordenadas, mal ubicadas, sucias, estropeadas o descuidadas.

Tampoco soy una obsesa de la higiene porque admitir que me gusta limpiar sería una enorme falacia; en líneas generales me fastidian las labores del hogar; pero reconozco que me gusta el orden y que además para mí es muy importante sentirme a gusto en casa; y la única forma de conseguir eso en donde uno vive es manteniendo el hogar razonablemente cuidado, así que toca intentarlo.

Juro que hago lo posible porque sea así y dentro de todo creo que no lo estamos haciendo tan mal, pero a veces por el trabajo no puedo tener el almuerzo hecho a tiempo ni ayudar a mi pareja a limpiar la casa; no en vano he estado bastante desconectada de este mundo en días recientes; hay días en los que ni siquiera alcanzo a hacer la cama y hay otros en los que sencillamente no logro salir de ella a tiempo.

 

Lo que tú digas…

Hace un par de días y con motivo de la nueva adquisición de un CrazeBerry por mi pareja, me vi en la necesidad de configurarle el terminal móvil e instalar algunas aplicaciones y como resultado de ambos procesos me di cuenta de que había que aceptar un montón de “términos y condiciones”, “condiciones de uso/servicio” y otros similares para poder dejar el teléfono funcionando y listo para usar.

Es cierto que en la sociedad 2.0 en la que vivimos, cada vez son más frecuentes estos documentos virtuales sin los que, nos guste o no, no tendríamos acceso a diversas aplicaciones o servicios a no ser de que los aceptemos, pero lo preocupante del asunto e independientemente de que estos formularios o contratos sean virtuales o no, es que aún no conozco la primera persona que sea por completo todos los términos y condiciones de todas las cosas que posiblemente podrían tener, y de hecho tienen, estos documentos.

Es evidente que en muchos casos es simple flojera, pero no hay que perder de vista que en un mundo cada més más digital, uno tiene a veces que ser selectivo con la información que lee porque lo cierto es que estamos sobresaturados con información que es publicada a un paso muchísimo más rápido del que nosoros humanamente podemos seguir.

 

“Tengo Internet, luego existo”

http://twitter.com/#!/Laperfecta/status/55978776332468224

Hace días me topé con esta ↑ línea y recordé que como tenía tanto tiempo sin escribir, no había podido anunciar que desde el 17 de Marzo de 2011 (hace exactamente un mes), por fin tengo teléfono fijo y conexión ADSL en casa. Había expresado mi frustración por este tema en este post y después de 3 meses de desconexión, también escribí sobre el tema en este otro post. Ahora me tomo un tiempo para expresar mi alegría porque por fin vuelvo a ser gente y a trabajar como gente normal.

Por supuesto que el día en que me pusieron el Internet, no podía creerlo y aunque estoy muy agradecida, tengo que decir que lamentablemente la felicidad se me va cada vez que recuerdo que seguimos pagando por un servicio que Demoran no nos está dando y que eso aún sigue pendiente de resolver. Además ya he recibido la primera factura de Malestar y los coños de madre ésos me están cobrando por una instalación interior de roseta y cableado que no hicieron, así que ya ven que sigo sin librarme de tanta incompetencia y he tenido que poner una reclamación para que me abonen ese dinero; lo malo es que mientras espero, me han descalabrado el presupuesto de este mes y es posible que el pago de la línea móvil de Pringafone rebote (sea devuelto) esta semana.

 

Algunos síndromes de…

El venezolano. Hablo del venezolano porque soy venezolana, aunque seguramente esto podría aplicarse a otras culturas latinoamericanas. Desde pequeños a nosotros nos educan para “no dejarnos joder” y desde que aprendemos a dar nuestros primeros pasos, eso se traduce en que quienes están a nuestro cargo se toman sobre sí la responsabilidad de enseñarnos a “defendernos solos” para que nos respeten; pero usualmente esos mecanismos de defensa siempre implican algún elemento de violencia y en ninguna parte del proceso de aprendizaje nos enseñan que la agresividad no conduce a nada positivo.

Así pues ya cuando empezamos en la guardería y en el pre-escolar o maternal; como le quieran llamar, aprendemos a tempranísima edad a devolver pellizcos y golpes, a hacer maldades, a insultar; y nuestros orondos padres, incluso en ocasiones, nos incitan a ello en su afán de evitar que seamos víctimas de la sociedad. Aún si por naturaleza somos buenos, rápidamente aprendemos que si no respondemos a la violencia con más violencia o si simplemente no respondemos, seremos no sólo las víctimas de maltratos físicos o verbales y el blanco de burla de todos; sino también etiquetados como pendejos, gafos, gallos, quedados, ahuevoneados u otros afines.

Este es el denominado “síndrome de viveza criolla” y a veces lo tenemos tan arraigado que no distingue vínculos de consanguinidad ni parentesco. La viveza criolla es más fuerte que nosotros en básicamente cualquier ámbito; y si somos así hasta con nuestra propia familia; no hay que ser una lumbrera para deducir que somos aún peores con los desconocidos y por eso vivimos en un país en el que –por ejemplo- no respetamos los semáforos porque queremos pasar primero, nos coleamos pero armamos peo si otros se nos colean, manejamos por el hombrillo y no respetamos los canales porque andamos apurados, etc.

 

¿Qué hay detrás de todos los posts protegidos?

Ok, hace muchos días que no escribo por razones que quizás comente más adelante pero por lo pronto quería compartir la primera pregunta que alguien me hizo en Forspring.me, que además fue una pregunta acompañada de un piropo que agradezco muchísimo considerando que (creo que) casi nadie lee mi blog, así que saber que alguien lo ama me hace sentir muy bien, aunque no sepa quién es.

Pensé que lo mínimo que puedo hacer es dedicarle este post a esa persona; además me parece oportuno porque su pregunta está directamente relacionada con este blog y tal vez otras personas se estén preguntando lo mismo. No se asusten que tampoco tengo intenciones de inundar este espacio con preguntas del Forspring.me.

Question:

Amo tu blog, no puedo parar de leerlo.. Es increíble cómo expresas todo lo que te pasa (y lo que no también). ¿Qué hay detrás de todos los posts protegidos?

Answer:

Wow gracias! Lo q sucede es q antes tenía otros blogs en otros servidores y decidí importarlos a TLQMP para tener todo en un sólo lugar. Automáticamente esos posts se importaron como protegidos (no eran de WP) y no he tenido tiempo para volver a cada uno de ellos y configurarlos manualmente como públicos. En otros casos algunas personas sobre las q escribía expresamente me pidieron q hiciera esos posts privados y así lo hice. Otros son demasiado sinceros como para ser públicos aunque si estás interesad@ en alguno en concreto puedo echar un vistazo y si no considero q tenga nada particularmente digno de ser “privado” te lo envío =) Gracias por tu apoyo!

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