El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia.
Después de muchos meses de esfuerzo y búsqueda, conseguí la cita que tanto anhelaba y sobre la que comenté en este post. Allí mencioné en el último párrafo grande, que estaba cerquita de conseguir una entrevista y unos días después la tuve.
Después de ese primer contacto, pasaron unas 4 semanas y como no tenía respuesta decidí enviar un e-mail a la entrevistadora y ella muy amablemente se disculpó por la demora y me explicó que se habían retrasado con el proceso. Estaba tomándoles más tiempo del que estimaban y sólo alcanzó a decirme que yo estaba entre las finalistas y que ya me contactarían para darme más novedades y fecha de la segunda fase de entrevistas.